Para tu negocio
El objetivo es respaldar a los microempresarios y vendedores, tanto en el sector formal como en el informal, mediante la provisión de un crédito público diseñado para fortalecer sus operaciones comerciales. Este tipo de financiamiento se destina exclusivamente al capital de trabajo y no está destinado a otros propósitos, como vivienda, viajes, educación o el pago de otros préstamos existentes. Su finalidad principal es brindar recursos para ser invertidos directamente en el negocio, con el fin de impulsar su crecimiento y desarrollo.
Ventajas de un Crédito Solidario
1. Permiten reducir costos operativos, al trasladar el proceso de selección hacia el grupo (en la mayoría de
los programas de créditos solidarios existe una autoselección de los miembros de cada grupo);
así como el seguimiento de su pago. De esta manera, el grupo realiza, en cierta medida, el rol
de selección y seguimiento del grupo solidario, al tener – supuestamente – mayor información sobre
cada miembro y, en consecuencia, poder de prever más fácilmente algún problema que afecte ya sea su
capacidad de pago o voluntad de pago.
2. Asegura un mejor monitoreo y recuperación del crédito, debido a la presión grupal ejercida, que es
más efectiva gracias a la posibilidad de aplicar sanciones sociales, lo que implica una mayor capacidad
de coacción. El incentivo para que el grupo actúe de la forma mencionada es la amenaza de excluir del
programa de créditos a todos los miembros en caso de incumplimiento de alguno de ellos. Naturalmente,
se supone que la amenaza es verdadera; de lo contrario, el esquema de responsabilidad solidaria se rompería.
Asimismo, se asume que otra entidad financiera tampoco lo atenderá a los miembros del grupo que caen en mora.
3. Colaterales sociales, ante la ausencia de un colateral físico que puedan dejar como garantía las personas
de bajos ingresos.